En un mundo ideal, nunca necesitaríamos candados. Sin embargo, las cosas no son así. Aquí tienes algunas medidas que puedes implementar para proteger tu bici.
Elige tu candado
En primer lugar, es importante que el candado sea de calidad para dificultar la tarea de los ladrones. Los candados normales y los candados en U son los mejores ya que son los más difíciles de abrir. Se recomienda utilizar ambos candados para dificultar la posibilidad de que se produzca un robo.
Elige un lugar
Una vez tienes tu candado, debes encontrar un elemento fijo para candar la bicicleta. Lo ideal es dejarla en un lugar habilitado para bicicletas (aparcabicis), pero si no puedes encontrar uno, basta una estructura que esté firmemente sujeta al suelo como una farola o un banco. Si aparcas la bicicleta de noche, hazlo en un lugar que esté lo suficientemente iluminado.
Pon el candado a la bicicleta
Una vez hayas encontrado un lugar para candar la bicicleta, es importante no candar únicamente la rueda delantera o el cuadro. Es importante candar la rueda trasera también. En caso de necesidad, puedes extraer la rueda delantera para candarla a la rueda trasera. Algunas personas utilizan ademas un candado más largo para facilitar las cosas.
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