Las buenas fotografías son mucho más que capturar un lugar y un momento con una cámara. Evocan recuerdos de un viaje, plasman las aventuras en una instantánea atemporal y nos permiten compartir las historias que creamos con nuestros amigos, familiares y el mundo.
Capturar imágenes fabulosas requiere un poco de esfuerzo y no se puede hacer a la ligera. Requiere paciencia, planificación y salirse de lo convencional para encontrar la mejor perspectiva posible. El mejor punto de partida a la hora de aprender una nueva habilidad es hablando con los maestros del oficio y, por ello, nos hemos sentado a charlar con Wayne Reid, fotógrafo profesional y aficionado a las bicicletas, que nos ofrece consejos de experto para ver las bicicletas a través de una lente diferente.
A pesar de que Wayne solo era un adolescente cuando utilizó una cámara por primera vez, la fotografía no era una de sus pasiones durante su infancia. No fue hasta años más tarde que descubrió su don para ver la vida detrás de una lente y lo convirtió en una profesión.
«Elegí la fotografía al inicio de la adolescencia e hice mis exámenes de nivel avanzado de esa asignatura, pero perdí todo el interés. Supongo que cuando tienes que seguir un temario y te dicen lo que tienes que hacer, pierde la gracia. Hace diez años recuperé el interés y, sin darme cuenta, se convirtió en mi única fuente de ingresos», explica Wayne. «Me gusta cómo la fotografía te permite interpretar una escena y hacértela tuya. Puedes ser creativo y es necesario estar documentado».
«Me gusta cómo la fotografía te permite interpretar una escena y hacértela tuya».
Como gran aficionado al ciclismo, era inevitable que la fotografía y las bicicletas se reunieran en el sendero para Wayne. «Durante los últimos dos años, he llevado conmigo una cámara en todas las salidas en bicicleta y no la considero una carga, ya que no estoy intentando completar segmentos del Strava. Dedico tiempo a disfrutar del recorrido y me concentro en el arte, tomando fotos de bicicletas y documentando las salidas. A todos nos gusta salir en una foto mientras disfrutamos de algo que nos apasiona», afirma Wayne.
Naturalmente, la fotografía requiere tiempo, cámaras y estar quieto. Para ello, Wayne tuvo que cambiar su manera de enfocar el ciclismo. «Ahora preparo mis bicicletas de una forma completamente diferente y no me supone un estorbo llevar una cesta o una bolsa», nos cuenta Wayne. «Cuando tengo poco tiempo, prefiero salir una hora antes de la puesta de sol para pedalear un rato y hacer algunas fotos. Se trata de pararse para observar lo que te rodea y prestar atención a lo que está sucediendo. Antes, cuando me cruzaba con algo, solo le echaba un vistazo, quizás pensaba, “Oh, qué bonito”, y seguía mi camino. Ahora pienso “Oh, qué bonito”, me bajo de la bicicleta, saco la cámara y empiezo a hacer fotos.
Y, al ser un fotógrafo profesional, tiene acceso a las cámaras y lentes de mejor calidad, aunque también dispone de otras opciones. «En la bolsa puedo llevar una cámara digital DSLR; tengo una Nikon D810 reflex digital, una DSLR de fotograma completo con megapíxeles. También suelo llevar una lente con gran angular de 24 mm y mi favorita, una de 85 mm para hacer retratos de gran calidad. Y cuando no llevo las dos, suelo meter la DSLR en la riñonera con una lente montada. Y si viajo con poco equipaje, suelo llevar mi Fuji X100, una cámara digital con distancia focal fija, una calidad de imagen decente, un buen sensor, un visor excelente y, además es compacta y ligera, por lo que siempre puedo llevarla en el bolsillo trasero mientras pedaleo por la carretera. El único problema es que no es hermética», explica Wayne.
«Hace años, cuando me cruzaba con algo, solo le echaba un vistazo, quizás pensaba, “Oh, qué bonito”, y seguía mi camino. Ahora pienso “Oh, qué bonito”, me bajo de la bicicleta, saco la cámara y empiezo a hacer fotos».
Los mejores consejos de Wayne para hacer fotos de calidad.
1. Sal a montar en bicicleta (y lleva tu cámara)
Hay una máxima que afirma que «hay que estar allí». Esto significa que siempre hay que llevar la cámara, incluso cuando amenaza lluvia. Si no sales, no va a poder hacer fotos. Así de sencillo.
2. La mejor cámara es la que tienes contigo
No es necesario gastarse todo el presupuesto en un montón de cosas caras. Es muy posible que ya tengas una buena cámara en tu móvil y seguramente siempre lo llevas encima. Quizá el móvil no te permita ajustar la velocidad y apertura del obturador, pero puedes experimentar cómo enmarcar los elementos para hacer fotos creativas. Si quieres invertir en algo, Wayne sugiere comprar, para empezar, una cámara DSLR de segunda mano, la cual es ideal para aprender el oficio.
3. Haz fotos durante las horas doradas
«La luz más interesante se puede encontrar a primera hora de la mañana o al anochecer, especialmente para el ciclismo de montaña y de gravel. El sol se filtra a través de las ramas de los árboles con su color dorado (de ahí lo de la hora dorada) y normalmente suele ser un momento de más tranquilidad», explica Wayne. «Esto significa que puedes estar en un sendero muy transitado a otras horas, pero tendrás tiempo para pararte y disfrutar del paisaje sin que otro ciclista te embista». Si bien las horas previas al amanecer suelen ser tranquilas en los senderos, siempre es mejor estar atento a los ciclistas que se levantan temprano y a los que prefieren rodar al anochecer.
4. Aprende algunas normas de fotografía…y luego haz lo que quieras
Según Wayne, «Existen tantas “reglas” que la gente cumple o no. La “regla de los tercios”, por ejemplo, se aplica para intentar dividir una composición en tercios, de forma horizontal o vertical, utilizando el primer plano y el horizonte. Otro ejemplo son las líneas de dirección, como un tren en la distancia que se está desplazando e intentas fotografiarlo desde una esquina de la imagen hasta la otra y dirige tu mirada». Se trata de reglas de composición clásicas, por lo que es importante conocerlas para poder jugar con ellas y romperlas.
5. Cambia tu punto de vista
«En lugar de pararte y hacer una foto de pie», dice Wayne, «es importante alejarse un poco para conseguir una vista diferente. Agáchate o túmbate en el suelo, colócate en un punto alto, aléjate un par de metros del sendero o consigue una vista del punto a donde te diriges en lugar del sitio donde ya estás. Este es, seguramente, el mejor consejo de todos».
«En lugar de pararte y hacer una foto de pie, es importante alejarse un poco para conseguir una vista diferente».
6. Añade interés a los primeros planos
«Prueba a disparar a través de un objeto», sugiere Wayne. «Si tenemos un arbusto o algunas hojas de un árbol en primer plano, puedes colocar el objetivo muy cerca y tomar la foto. Esto añadirá interés y profundidad a la imagen, por lo que tendrás distintas capas». Y lo más importante: ¡para hacer buenas fotos hay que ensuciarse! Tírate al suelo y haz una foto a través de un pasto o aléjate un poco del sendero para hacer una foto que atraviese las ramas de un árbol.
7. Para hacer una foto de calidad de una bicicleta, debes encontrar un fondo que sea atractivo
A todos nos encanta tener una foto impecable de nuestra máquina, y Wayne tiene algunos consejos clave para sacar el máximo partido a las fotografías de tu bicicleta. «Soy un gran defensor de disponer de un contexto para la bicicleta», afirma. «Hace poco hice una foto de una bicicleta de montaña que había arreglado para otra persona y me la llevé a una zona donde había árboles, cerca del estudio, para dar la impresión de que estábamos en medio de un bosque. También se pueden hacer fotos más sencillas, con un fondo sencillo o, si tienes una bicicleta de un color concreto, buscar una pared o un fondo de un color complementario para hacer la foto».
8. A continuación, coloca la bicicleta en posición horizontal y alejada de la pared
«Siempre intento apoyar la bicicleta contra algo que se encuentre a unos pocos metros del fondo», dice Wayne, «lo que cual te permite difuminar el fondo para que la bicicleta sea el objetivo de la foto. Si tienes una cámara decente, la falta de profundidad te permitirá enfocar la bicicleta y desenfocar el fondo ligeramente para que distraiga menos».
9. El trípode no lo es todo
Un simple palito puede ser muy práctico. «Con un palo colocado correctamente puedes apoyar la bicicleta y, desde un ángulo concreto, hacer que desaparezca sin necesidad de utilizar Lightroom o Photoshop (u otro software para editar fotos)», afirma Wayne. Si estás cerca de una zona boscosa, no tardarás más de un minuto en encontrar un palo para apoyar contra el cuadro y el suelo y que la bicicleta se aguante sola».
10. Comprueba que la bicicleta esté lista para ser fotografiada
De un solo vistazo, los aficionados a la fotografía de bicicletas saben distinguir una bicicleta perfectamente colocada de otra que no lo está. Tómate un par de minutos para preparar tu bicicleta: ajusta las bielas para que estén al mismo nivel que la vaina y estabilízala con el lado de la transmisión orientado hacia la cámara. «El lado de la transmisión es importante», explica Wayne, «porque la gente quiere ver el montaje de la bicicleta: transmisión, componentes, ese tipo de cosas», afirma Wayne. Otros van incluso más allá y giran las ruedas para que los vástagos de las válvulas estén orientados hacia arriba, ofreciendo así un aspecto impecable. La atención al detalle es fundamental.
11. Capta la experiencia, la atmósfera y la emoción
Imagínate que sales con tu grupo y deseas captar imágenes que te hagan retroceder en el tiempo y disfrutar de las sensaciones de ese momento. Esto es más complicado de lo que parece. ¿Cómo se puede captar la esencia de una ruta en bicicleta con unas cuantas fotografías? Wayne sugiere captar una gran variedad de imágenes que reflejen la experiencia al completo: los preparativos previos, la salida, las paradas a mitad de camino, las conversaciones posteriores y el recorrido, naturalmente.
«Si ya tienes el grupo, el lugar y el paisaje en la bolsa, tienes más margen para ponerte artístico», afirma Wayne. «Juega con la velocidad del obturador e intenta realizar tomas panorámicas con efectos de movimiento. Es importante poder plasmar una sensación de movimiento, así como la atmósfera y la actitud de las personas».
12. Intenta ser invisible
«A la mayoría de la gente no le gusta que le hagan fotos», explica Wayne «o, por lo menos, posar para ellas y tampoco les gusta la sensación de ser observados, por lo que es importante no interferir demasiado en lo que está pasando. Si estás en el momento y simplemente sacas la cámara sigilosamente, conseguirás hacer fotos muy naturales, que reflejarán lo que realmente está sucediendo».
13. No pierdas demasiado tiempo editando fotos
Una vez tengas las fotos, siempre las puedes editar con varias aplicaciones y programas. Puede resultar tentador editar cada una de las fotos, advierte Wayne, pero no hay que exagerar las cosas. «No suelo invertir mucho tiempo editando fotos porque puede parecer bastante obvio y no hay nada peor que ver imágenes demasiado nítidas», afirma. «Hago lo mínimo posible porque si haces las cosas correctamente desde el principio, no necesitas editar demasiado. Tengo un ajuste predeterminado que añade un poco de grano, ajusta el equilibrio de blancos e incorpora una pequeña viñeta». Lo mejor es hacer pruebas con los ajustes de la cámara para conseguir una imagen que te sirva de modelo.
14. Experimenta y diviértete
Lo bueno de la fotografía digital es que no se necesita una película y no tienes que gastar dinero en revelados, por lo que puedes hacer lo que te dé la gana. Wayne se despide con un último consejo: «Busca una buena luz y haz pruebas con la velocidad y la apertura del obturador. Disfrutarás mucho haciendo fotos y captando recuerdos».
¡Y, con esto, te animamos a subirte al sillín y empezar a hacer tus propias fotografías!
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