Hace casi 20 años le apodaron Bizipoz, que en euskera significa “alegría de la vida”, y dieron en el clavo. Porque Markel Irizar (Oñati, 1980) reconoce que siempre intenta ver el vaso “medio lleno y hacer las cosas con espíritu positivo”. Ese vivir en alegría, que transmite inmediatamente, es su seña de identidad como persona. Profesional durante 16 temporadas (2004-2019), tuvo la retirada deseada, en casa, en la Clásica San Sebastián (Donostiako Klasikoa). Desde entonces, sigue enrolado en el Trek-Segafredo, función que compagina con la gerencia de Bizipoz Kafe, al que acude cada día desde Mondragón, donde vive con su mujer y sus tres hijos, en una e-bike. En su tiempo libre, que asegura es escasísimo, aprovecha para escapar con la familia en autocaravana y disfrutar de la bici y la naturaleza. Lo dicho, Bizipoz en estado puro.

¿En qué consiste tu nuevo rol de Talent Scout en el Trek-Segafredo?

Se puede decir que tengo dos roles. Por un lado, director deportivo, que este año he desempeñado en la Volta a Catalunya, la Vuelta a Andalucía y la Itzulia. Y por otro lado, el talent scouting, que es lo que más tiempo me ocupa. Antes teníamos equipos de formación, pero esa vinculación desapareció y había que decidir cómo hacerlo. Luca [Guercilena, General Manager del Trek-Segafredo] tenía la idea de que me ocupara de mirar lo que había en el campo de aficionados e ir fichando a corredores jóvenes. O por lo menos hacer un filtro. No solo es importante por lo que fichamos nosotros, sino también por saber qué fichan los demás equipos, para tener información y en un futuro disponer de ella para saber mejor cómo son los corredores.

¿Qué se le exige a los jóvenes ciclistas que pasan a formar parte de las filas del equipo, como a Marc Brustenga y Juanpe López?

Sobre todo, la actitud. Lo primero que les digo es que tengan respeto, no solo a los corredores, porque entiendo que ya lo van a tener, sino a todo el staff: mecánicos, masajistas, gente que está trabajando en el equipo. Y a los fans. Les pido que sean embajadores de la marca, de unos valores, de esos clientes que optan por nuestras marcas, que pueden patrocinarnos para que hagamos de nuestra pasión nuestro oficio. Les digo que se amolden a la situación, que no se quejen, que den su mejor versión. Con una actitud óptima y un buen approach, todo sale mejor.

Ahora más que nunca, los ciclistas despuntan a una edad muy joven. No hay más que ver a Tadej Pogačar, Egan Bernal, Mathieu van der Poel, Wout van Aert, Tom Pidcock o Mads Pedersen, entre otros. ¿Cómo explicas este hecho?

Hay diversas razones, pero la principal es que ahora tienen todas las herramientas e información para rendir. Gran parte del secreto de las mejoras de rendimiento están ligadas a la nutrición, que ha evolucionado mucho. Ahora un corredor sub23, salvando las distancias, tiene los mismos medios que uno del WorldTour, por eso la gente está rindiendo mucho. Sin embargo, eso no quiere decir que ese rendimiento deportivo vaya acorde con la madurez suficiente como persona. A veces hay que acelerar su madurez por el entorno en el que están. Por eso, los que trabajamos en el sector debemos tener cuidado y echarles una mano para que cometan los mínimos errores.

Este 2021 se ha celebrado la primera edición de la París-Roubaix femenina, que Lizzie Deignan ganó con autoridad. Y en 2022 viene debutará el Tour de Francia. ¿Por qué se ha tardado tanto?

Eso deberían contestarlo los organizadores. Desde el equipo estamos dando los ingredientes necesarios para que el ciclismo femenino crezca desde la base. Tenemos una estructura muy sólida con unas condiciones salariales muy buenas para que las chicas sigan creciendo. Al mismo tiempo, la repercusión mediática está subiendo. Todavía queda mucho por hacer, pero vamos en buena línea. Espero que las chicas tengan las consideración que se merecen.

Al hilo de lo que comentas, en el equipo dividís los premios equitativamente, aunque no se comunica públicamente.

Sí, es una decisión de John Burke, el dueño de Trek y del equipo. Para que se entienda fácilmente, el organizador premia a los chicos y a las chicas de forma diferente. La diferencia que hay entre lo que cobran los chicos y las chicas es lo que cubre el equipo, para que los ganadores cobren lo mismo. No lo quería comunicar porque no quería sacar rédito ni publicidad de eso. Lo hacía porque lo consideraba así. En la vida los valores son importantes y no todo se reduce a vender bicicletas o ganar dinero. En la mayoría de las veces hay que hacer las cosas sin esperar nada a cambio. Hay que obrar con la ética de cada uno, y la de Trek era esa. Probablemente esto hace diferente a Trek Bikes de otras marcas. Me siento afortunado de formar parte de una marca, de un equipo y de una familia así.

De ti siempre se ha destacado que has sido un gran compañero. Fabian Cancellara llegó a decir que eras una “gran fuente de inspiración”. Eso, en un equipo de una marca familiar como Trek, es un gran cumplido, ¿no?

Sí, ya son 12 años en esta familia y enseguida conecté con los valores que hay aquí. Siempre me he sentido muy valorado por mis compañeros y directores. Esto no tiene precio, porque hace que trabaje a gusto y con motivación.

Hemos sabido que a Luca Guercilena le han diagnosticado un linfoma. ¿Cómo lo habéis entomado?

Luca está bien, sereno y en pleno proceso del tratamiento. Aunque no está viajando, sí está operativo. Durante los últimos años ha creado un grupo muy fuerte alrededor suyo, y esta gente ahora está trabajando en la carretera. Como decía mi padre, “no te das cuenta de lo que tienes hasta que te falta”. Ahora que falta Luca presencialmente nos damos cuenta del tipo de manager que tenemos. Pero sabemos que es cuestión de meses hasta que se reincorpore. Lo estamos deseando.

Tienes tres hijos que, además de sacar buenas notas, también montan (trial, BMX, carretera). ¿Has inculcado la bici en casa?

Más que inculcar es lo que han visto. Además, nuestra forma de viajar, en autocaravana y entorno a actividades deportivas, ha hecho que opten por nuestros hobbys y en la práctica de la bici. Este año hemos estado en el Tour, la Vuelta y el Tour del Porvenir. Y después del verano, el pequeño me dijo que se quería apuntar a ciclismo. Como tengo contacto con los corredores (Juanpe, Ciccone), los chavales los idolatran y es normal que tiren por el ciclismo de carretera. El BMX surgió porque yo era muy malo técnicamente y les propuse que si querían dedicarse a la carretera debían tener técnica. Y en cuanto al trial, el segundo empezó a principios de año y luego se apuntó el pequeño.

¿Te atrae el gravel?

Sí, pero me da un poco de pena de que por mi zona no haya tantos sitios para practicarlo. Sé que en Girona hay lugares muy chulos y me acercaré en modo aventura, no para competir. Ahora que hemos sacado una Checkpoint nueva, me gustaría hacer un viaje con portabultos y juntarme con gente de diferentes países para conocer sus historias. Mi vena competitiva está apagada, pero mi vena aventurera está superdespierta. No estoy pendiente de los tiempos ni de Strava, sino de disfrutar de la experiencia.

¿Qué es la felicidad para Markel Irizar?

Suena un poco cursi, pero el estado emocional en el que me encuentro ahora de tenerlo todo: salud, una gran familia y un trabajo que me motiva. No aspiro a más de lo que tengo.

Fotos: @alecubino