Entrevista con Elisa Balsamo antes de poner rumbo al Tour de Francia Femenino Tras un mes de julio triunfante con un doblete en el Giro Donne, hemos tenido la suerte de poder entrevistar a la campeona del mundo del equipo Trek-Segafredo antes de afrontar la primera edición del Tour de Francia Femenino de la era moderna.
Este año, por fin, se celebra el Tour de Francia Femenino, que se presentó al mismo tiempo que la edición masculina. ¿En qué estado físico y anímico llegas a esta carrera?
La idea de que el Tour de Francia sea solo un evento, con una edición masculina y una femenina, creo que es el reconocimiento del éxito del ciclismo femenino. Estamos hablando del evento más prestigioso y al tener lugar ambas carreras una a continuación de la otra le aporta más visibilidad y atención a nuestra carrera. Estar en esta primera edición es una gran satisfacción para mí. La moral la tengo alta, después de las dos victorias en el Giro, y físicamente diría que estoy bien. Esperaré a ver qué pasa cuando me enfrente al circuito, que es donde realmente tendré que demostrarlo, pero he hecho todo lo posible para llegar como quería.
ASO ha anunciado una producción televisiva muy similar, lo que es un buen augurio para el éxito televisivo. Ya es hora, ¿no crees?
Es, sin duda, la clave del éxito. Una buena carrera con una cobertura televisiva adecuada es una fórmula ganadora. He dicho muchas veces que este es el último paso que le falta al ciclismo femenino para lograr una visibilidad global. Los altos estándares de producción de ASO darán un impulso decisivo para hacer del Tour de Francia Femenino una carrera espectacular. Ya hay muchos seguidores en las carreteras. Tener una gran audiencia desde casa también puede beneficiar a todo el movimiento, equipos y patrocinadores.
Es la primera edición, pero ¿esperas que el número de etapas aumente a corto plazo?
Eso creo. Como primer paso, el circuito está bien diseñado y es atractivo. Cada tipo de ciclista puede tener sus posibilidades, pero estoy segura de que en el futuro podremos tener una carrera aún más larga con más opciones.
¿Cuál es tu objetivo para la Grande Boucle, vestir el maillot amarillo el primer día?
Si echamos un vistazo a las características de la etapa, creo que es justo tener ambiciones de ganar, pero quiero mantener los pies en el suelo y no crear expectativas innecesarias. Habrá una competencia impresionante a la que enfrentarse, y cuento con el apoyo de mis compañeras de equipo para decir la última palabra. Enfundarse el maillot jaune sería un sueño, pero si incluso puedo subir al podio en los Campos Elíseos, sería un gran logro.
Serás la primera corredora en vestir el maillot arcoíris en el Tour de Francia Femenino. ¿Qué significa esto para ti?
Ya tuve el placer de correr la primera París-Roubaix con el maillot arcoíris, y ahora repito el Tour de Francia. Claramente es un orgullo y algo muy especial, porque tanto la prensa como los seguidores están aún más pendiente de mí. ¡Lovaina fue definitivamente la edición perfecta para ganar el Campeonato del Mundo!
¿Qué carrera ha sido la que más te ha marcado, entre todas las que has visto en televisión y en las que has competido?
Las Clásicas del norte siguen siendo mis favoritas, tanto para ver como para correr. Este año tuve el placer de descubrir el Giro y, teniendo en cuenta también el Tour Femenino, es un secreto a voces que las carreras por etapas me están ofreciendo buenas oportunidades. Veamos qué ocurre en el Tour para dar una opinión definitiva.
¿Qué recuerdas de aquel sprint en Flandes frente a Marianne Vos en el Mundial del año pasado?
Tuve que volver a verlo muchas veces en la televisión porque, en ese momento, la adrenalina no me permitía fijar los recuerdos. Sin embargo, en mi mente tenía claro el momento en que me di cuenta de que había ganado y levanté los brazos hacia el cielo. Fue una alegría indescriptible que me pone la piel de gallina aún a día de hoy.
También en Flandes este año ganaste la carrera Gante-Wevelgem. ¿Qué es lo que más te gusta de Flandes?
Es un sentimiento. Son carreras fascinantes y únicas, sobre todo por el ambiente que se crea gracias a una multitud de seguidores apasionados. Las circunstancias que lo rodean, como los adoquines o el mal tiempo, ciertamente también son clave para hacerlas tan especiales. También hay un nivel exagerado de competitividad. Estas son, en mi opinión, las carreras épicas de la temporada.
Como vigente campeona de Italia, ¿qué significó para ti ganar dos etapas del Giro Donne (33ª edición)?
Es una sensación difícil de explicar si no la vives. Es una emoción especial, quizás porque ya al principio estás motivada por un deseo único. Este año tuve el placer de ganar ante al público italiano en el Trofeo Binda, y luego vino el triunfo en el Campeonato de Italia. Es por eso que las etapas en el Giro fueron aún más importantes, a pesar de no enfundarme el maillot.
La París-Roubaix sigue siendo un asunto pendiente, ya que el primer año sufriste una caída debido a las durísimas condiciones climáticas y este año fuiste descalificada por remolcarte con el coche del equipo cuando cogías un bidón. ¿Te ves ganando en el velódromo de Roubaix?
Roubaix es una carrera muy especial y fascinante. Es una carrera muy bonita cuando el circuito está seco, terrible cuando está mojado. Creo que todavía no estoy preparada para ser competitiva en esta prueba. Necesito mejorar mis sensaciones y familiarizarme más con la forma de competir en esta carrera, pero cuento con poder incluirlo como uno de mis objetivos de la temporada pronto.
Tienes un historial en carretera y en pista envidiables. ¿Qué disciplina te gusta más? ¿Por qué?
No puedo elegir, sinceramente, y por eso ahora estoy siguiendo ambos calendarios, aunque las competiciones de carretera tienen prioridad. Creo que son dos disciplinas complementarias y, en la medida de lo posible, seguiré participando en ambas.
Además del trabajo físico, también tienes un coach para mejorar tu preparación mental. ¿Qué aspectos trabajas?
Desde el pasado invierno, he estado trabajando con un psicólogo que me ha ayudado, a lo largo de estos meses, a ser más consciente de mis capacidades y a canalizar mi energía de la mejor forma. Creo que todavía tengo margen para crecer, sobre todo en mi nivel de autoestima, pero es un proceso que me está aportando grandes beneficios. Creo que en un deportista de alto nivel, llegado este punto, no puede descuidar ni la preparación física ni la mental.
Conociendo a Elisa Balsamo
Una virtud y un defecto:
Tener una gran determinación y aprender a creer más en mí misma
Comida favorita:
Lasaña
Un lugar para escapar del COVID:
¡Mi casa!
Bicicleta Trek favorita y una razón:
Mi Émonda personal pintada con el arco iris, porque es preciosa, tiene un gran significado para mí y está equipada con la mejor tecnología hasta el momento.
Tu mayor rival en el Tour de Francia:
No creo que haya una única ciclista. Creo que todo el pelotón debe tenerse en cuenta como posible rival.
Una frase que te motive:
El lema escrito en el cuadro de mi Émonda: Avanti! Spingere! (¡Vamos, empuja! en su traducción al español)
Tu sueño en el ciclismo:
Para mí, las metas que me fijé a principios de año tienen más peso. Y de cara a esta temporada solo puedo decir que estoy satisfecha.
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