Rodar por terrenos mojados es una habilidad en sí misma que requiere de una preparación específica. No es habitual que alguien sea un as pedaleando por rocas y raíces cubiertas de barro en el primer intento. Sin embargo, unas pequeñas correcciones en tu técnica pueden ayudarte a dominar los senderos mojados.

Cómo preparar tu bicicleta para pedalear por senderos en otoño >>

Elige la trayectoria adecuada

En mojado, hay que ser más precavido a la hora de elegir la trayectoria que cuando pedaleas por terrenos secos. Puede que algunas de las trayectorias más complicadas no sean viables cuando el sendero está mojado. El primer paso es averiguar qué trayectorias son descartables y buscar la mejor alternativa. Cuando rodamos por terrenos mojados, una de las premisas es elegir una trayectoria perpendicular a la orientación de las piedras y las raíces. Si pasas por encima de uno de estos obstáculos en diagonal, puedes darte un susto al ver cómo tus neumáticos resbalan. Es truco es identificar estos obstáculos del camino y elegir la trayectoria más segura.

«No es fácil dominar la bicicleta cuando pasas por encima de piedras y raíces mojadas a la primera».

Cómo subir

Conquistar un ascenso complicado cuando el terreno está resbaladizo es una hazaña que muy pocos ciclistas están preparados para afrontar. Sin embargo, al igual que ocurre cuando tenemos que elegir la trayectoria adecuada, es recomendable tener en cuenta algunos principios fundamentales y ser constante para recoger los frutos a largo plazo.

Para aprender una buena técnica a la hora de subir, es importante identificar las zonas en las que realmente se puede aplicar potencia. Lo ideal es intentar rodar por secciones más suaves que permiten una mejor tracción, sin que esta tracción sea limitada por los obstáculos que requieren una mayor velocidad para superarlos. Una piedra en forma de escalón en medio de una subida es un buen ejemplo. En mojado, el margen de error es menor, y hay que ser aún más preciso sobre cuándo debes acelerar a fondo y, por otro lado, cuándo debes contenerte. Con las bicicletas eléctricas, esto es aún más importante, ya que ofrecen mucha más potencia. Cuando esta potencia se utiliza correctamente, uno puede casi volar en las subidas, y cuando se utiliza en el momento equivocado, lo más probable es que los neumáticos resbalen y derrapes.

Cómo afrontar los descensos

Cualquier buena subida debe ser recompensada con una bajada a la misma altura. Cuando llegue el momento de bajar, especialmente antes de una curva, es bueno tener en cuenta que una menor tracción implica una mayor distancia de frenada. Mientras que la longitud igual a la de una bicicleta puede ser suficiente para reducir la velocidad en terrenos secos, en condiciones de humedad la longitud de dos bicicletas puede no ser suficiente.

Familiarízate con las características de tus neumáticos y frenos en mojado y ajusta la distancia de frenada que necesitas en estas condiciones. Dar un descanso a los frenos cuando no son necesarios es también importante. Cuando pases por encima de rock gardens o de un montón de raíces con barro, es mejor dejar que los neumáticos y la suspensión hagan su trabajo y no interferir usando los frenos. Esto requiere práctica y confianza en uno mismo, pero notarás los beneficios cuando lo domines.

Recomendaciones:

• Prueba diferentes pastillas de freno para mejorar el rendimiento de frenada y reducir el ruido de los frenos. Si sientes que los frenos están demasiado duros en mojado, tus neumáticos podrían bloquearse al frenar.
• Prueba cambiar los discos de freno por unos más pequeños para mejorar la modulación y el control.

Resumen

Esperamos que estos consejos te resulten útiles y fáciles de poner en práctica para disfrutar de momentos divertidos y recuerdos inolvidables cuando salgas a rodar en otoño. Aunque pocas cosas dan tanto placer como montar en bici mientras los rayos de sol te calientan, salir a pedalear cuando los senderos están mojados puede ser igual de divertido. Lo mejor de todo es que aprender estás técnicas te convertirán en un ciclista más habilidoso y versátil, e incluso más rápido cuando vuelvan los días soleados. A continuación, te resumimos los puntos principales:

• Familiarízate con tu bicicleta y sus capacidades en terrenos mojados
• Elige bien las trayectorias adecuadas e identifica las que son inviables
• Frena con más suavidad, y cuidado al aplicar potencia a la rueda trasera
• ¡Divierte! No te desanimes aunque al principio parezca que no tienes el control de la bicicleta cuando pases entre piedras y raíces mojadas