Ya sea que pasees con clima húmedo y salvaje en invierno o que guardes tu bici a la espera de días más cálidos, las largas noches, las bajas temperaturas y los días cortos te brindan tiempo más que suficiente para darle un poco de amor adicional a tu bici. Métete en el garaje con la bebida caliente de tu preferencia y tu llave de la suerte para aprender nuestros principales consejos para hacer el ajuste de tu bici durante los meses de invierno.
Pasear en otoño e invierno te dan algunos de los días más emocionantes en la pista, pero lamentablemente, estos buenos momentos son a costa de nuestras bicis. La cantidad de barro, el material suelto de las pistas, la lluvia y la nieve pueden dañar la transmisión, atascar los baleros y llenar de mugre los puntos de pivote. La buena noticia es que, durante estos meses más fríos pasamos mucho más tiempo adentro, así que en lugar de hacer una maratón de tu próxima serie este fin de semana, tómate unos minutos para tratar con amor a tu bici. Agradecerás haberlo hecho durante numerosos paseos en el futuro.
10 consejos para transformar tu bici agotada en invierno en una máquina limpia y ágil.
1. Píntalo de negro (pero no en sentido literal)
Algunos de nosotros nunca dejamos atrás la fase gótica de la adolescencia, pero aunque prefieras un guardarropas lleno de color, te recomendamos un atuendo negro sobre negro para sumergirte en el mantenimiento de la bici. Habrá grasa, suciedad y residuos que manchan la mayoría de las prendas, pero se camuflan en los tonos oscuros. Si no tienes un atuendo negro liso que estés dispuesto a sacrificar, ponte un delantal de taller o prendas que no te importe si se manchan antes de sumergirte en la mugre.
2. Limpia tu máquina sucia
La práctica recomendada es enjuagar tu bici después de cada paseo invernal para evitar que el barro se seque o se congele en el cuadro, pero esto es aún más importante si la vas a entrar al taller. Mantén tu espacio de trabajo limpio dándoles un buen lavado a tu bici con enjuague desengrasante en espray y tu juego de cepillos siempre a mano, luego enjuágala con presión de agua suave, con cuidado alrededor de los bujes, los sellos y los baleros para evitar embarrarlos. Sécala con un trapo limpio y tómate el tiempo de limpiar los sellos de la tijera, el poste ajustable y el amortiguador si andas en una bici con suspensión total antes de entrarla al taller.
3. Cuida tu cadena
Coloca la bici en el soporte, y usa un limpiador de cadena o un cepillo de dientes viejo para limpiar cada eslabón de la cadena, tomándote el tiempo de revisar cada eslabón para ver si hay desgaste. La cadena tiende a desgastarse más rápido que cualquier otra parte de la transmisión, y tomarse el tiempo de limpiarla a fondo ayudará a prolongar su vida útil. Una vez que la cadena esté completamente limpia, lubrícala con un lubricante húmedo y espera 5 a 10 minutos para que el lubricante penetre en los rodillos y eslabones de la cadena. Es preferible usar lubricante húmedo en lugar de lubricante seco para los paseos invernales debido a que es más viscoso. Limpia la cadena con un trapo limpio y seco para eliminar el exceso de lubricante y evitar la acumulación de polvo y suciedad.
4. Protege tu cuadro
Para que en el futuro el agua y el barro resbalen de tu bici, rocía sellante protector en espray en un trapo limpio o una toalla de taller y limpia el cuadro. Evita rociar el sellante protector directamente sobre el cuadro, ya que puede causar problemas si entra en contacto con las balatas de freno o los rotores.
5. Revisa los tornillos y las tuercas
Con un torquímetro, ajusta cada tornillo de la bici de acuerdo con los requisitos de tensión específicos. Un torquímetro es especialmente importante cuando ajustas tornillos alrededor de componentes de carbono y en el cuadro, donde el exceso de ajuste puede causar fisuras y daños graves. Trabaja de adelante hacia atrás con el eje delantero y el adaptador de freno, avanzando hacia arriba hacia el poste de manubrio, el juego de dirección, los mandos y las palancas de freno y luego hacia abajo hacia las bielas, hacia arriba hacia los tornillos de los pivotes, el poste de asiento y el collar de asiento y por último hacia atrás y hacia abajo al extremo trasero de la bici centrándote en el adaptador de freno trasero, el desviador y el eje.
6. Hablemos de ruedas
Revisa las ruedas. Mira las llantas para ver si la banda de rodamiento está desgastada y cámbialas por nuevas si es necesario. Recarga la configuración sin llanta quitando el obús de válvula y usando una botella pequeña de sellante para agregar un par de onzas frescas de protección antiponchaduras a tu llanta.. Reemplaza el obús de válvula e ínflala hasta la presión de llanta deseada. Tómate unos minutos para revisar los rayos, con frecuencia se los pasa por alto durante la temporada de paseos, así que revísalos y ajústalos a mano si los sientes flojos.
7. Hora de hacer cambios
Haz los cambios en el cassette de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba para asegurarte de que pasen con precisión. En caso de que no sea así, controla los límites del desviador para alinearlo mejor, o llévalo al taller de bicis local para que te ayuden a ajustarlo correctamente.
Encontrar el portabultos para tu auto correcto simplifica llevar tu bici al comienzo de la pista de manera segura, al mismo tiempo que mantiene las llantas enlodadas fuera de tu auto.
Los paseos invernales pueden dañar la cadena y los sellos. Cuida amorosamente a tu bici conlubricantes y solventes para bici que resistan el clima.
Encontrar el portabultos para tu auto correcto simplifica llevar tu bici al comienzo de la pista de manera segura, al mismo tiempo que mantiene las llantas enlodadas fuera de tu auto.
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8. Poder de frenado
Quita las almohadillas de los calipers de freno y revísalos para ver si hay desgaste. Si se ven vidriosas, usa una lija de papel de grano fino para lijar la superficie de las almohadillas y eliminar la acumulación. Revisa el grosor de las balatas de freno, si las aletas de los frenos sobresalen más que las balatas de freno, es probable que solo sirvan para un par de paseos más y que sea hora de cambiarlas por un par nuevo.
9. Bombéalo
No es habitual perder mucho aire en la suspensión durante la temporada, pero siempre vale la pena tomarse unos minutos para revisarla cuando tienes la bici en el taller. Revisa la presión de la tijera y de la suspensión trasera con una bomba de amortiguador, y haz los ajustes necesarios para la suspensión. Finaliza la revisión de la suspensión con un toque de espray de suspensión en los puntales para combatir la fricción estática y que todo se mueva con fluidez.
10. Con los baleros en mente
Pule los baleros principales de tu bici para un andar más suave. Pasear en invierno acumula mucha suciedad, y limpiarla prolongará la vida útil de los componentes. Jala la biela para limpiar el eje de centro y quita la tijera para limpiar los baleros del juego de dirección, luego engrásalos para que estén listos para enfrentar las pistas congeladas que les esperan.
Tomarse el tiempo de ajustar tu bici es una manera gratificante de pasar la temporada baja. Te prepara para una buena primavera, protege tu bici en los paseos invernales y te brinda un poco de tiempo para conocer todos esos baleros molestos y evitar cualquier crujido indeseado en los próximos meses. Dale un poco de amor y logra innumerables paseos agradables en el futuro.
¿Faltó algo? Cuéntanos cuáles son tus principales consejos de mantenimiento invernal en la sección de comentarios.
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