Hecho: Nadie se volvió más lento por verse demasiado bien.
Es por eso que Santini se toma en serio su relación con Trek-Segafredo, comenzando en el campo de entrenamiento de diciembre, donde cada ciclista recibe más de 200 piezas de equipo en una caja ecológica y sin plástico. Todas los medias, calzas y kits se inspeccionan para verificar su calidad antes de entregarlos a los ciclistas para que se vean y se sientan lo mejor posible.
Santini también hace entregas de ropa durante la temporada para clásicos y grandes giras. El equipo hace su pedido para el Tour de Francia aproximadamente dos meses antes de la Grand Départ para que los ciclistas puedan recibir todo lo que quieran a tiempo. Cada ciclista recibe un envío individualizado que podría verse así:
- 2 jerseys de carreras
- 1 jersey de verano
- 2 mangas largas térmicas
- 2 calzas con tirantes
- 2 trajes de carreras
- 2 trajes de carreras de verano
- 2 trajes de pruebas contrarreloj
El ómnibus del equipo lleva, por las dudas, dos piezas de repuesto de cada prenda en todos los tamaños (extrachico, chico y mediano) y se reabastece en el campo de servicio en Bélgica entre carreras, según sea necesario.
Por supuesto, competir en un Grand Tour significa estar preparado para usar colores distintos a los de su equipo original. El Tour mismo proporciona el maillot para los ciclistas que terminan vistiendo de amarillo, verde, lunares o blanco, pero Santini le da al equipo calzas con tirantes, guantes y medias de contingencia que hacen juego en caso de que los necesiten.
Los lentes son una fuente importante de forma y función para un equipo del Tour. Koo equipa Trek-Segafredo con una versión de colores personalizados de sus lentes de sol Demos para que combinen con el uniforme del equipo, así como versiones que combinan bien con los maillots del líder en el Giro de Italia, el Tour de Francia y la Vuelta a España en caso de que un ciclista de Trek-Segafredo lidere la clasificación general en cualquiera de esas carreras.
Al igual que Santini, Koo se toma en serio sus productos; a la empresa le gusta reunirse con los ciclistas con la mayor frecuencia posible para asegurarse de que estén contentos con sus lentes. Desafortunadamente, la pandemia interrumpió la cantidad de tiempo cara a cara que Koo suele disfrutar.
“Al comienzo de la temporada, solemos organizar una reunión con el equipo durante su campo de entrenamiento para conocer a los nuevos atletas y presentarles nuestras novedades”, dice Simona Tironi, coordinadora de marketing de Koo. “Recopilamos las necesidades y comentarios sobre el producto de cada atleta para mejorar nuestra colección y desarrollar nuevos productos. Desafortunadamente, debido a la pandemia, no pudimos reunirnos con el equipo porque no fue posible el contacto directo”.
Al igual que Santini, Koo maneja su propia fabricación en Italia, lo que ayudó a ambas empresas a superar las dificultades de envío que enfrentaron muchas otras.
En lo que respecta a las armas secretas, no se puede pasar por alto el impacto del copatrocinador del título, Segafredo. La compañía de café volvió a firmar con Trek hasta 2023, lo que significa que los ciclistas no tendrán que preocuparse por su próxima dosis de espresso en el futuro previsible.
Antes del Tour de Francia 2020, Segafredo hizo todo lo posible para asegurarse de que el equipo nunca tuviera que llegar muy lejos para conseguir una taza de té o café. Según Véronique Levasseur, quien supervisa el patrocinio de la compañía en el Tour de Francia, Segafredo se acercó a cada uno de los hoteles del equipo en cada etapa para asegurarse de que se ofreciera café Segafredo en el desayuno. La compañía también mantiene el ómnibus del equipo bien abastecido con cápsulas de café.
El director técnico de Trek-Segafredo, Matt Shriver, calculó de manera conservadora que cada ciclista bebe tres expresos al día durante el Tour, que llegarían a 552 durante los 23 días de duración solo entre los ciclistas. Basta decir que la cafeína ayuda a dirigir el equipo en más de un sentido.
Sin embargo, nada impulsa al equipo tan literalmente como Toyota. Durante una etapa del Tour de Francia, podría haber hasta siete Corolla Trek personalizados en el campo: dos para los directores deportivos, cuatro mecánicos y soigneurs que viajan a partes clave del recorrido y ocasionalmente un séptimo haciendo un reconocimiento de 20 a 30 minutos por la carretera y reportando el clima y las condiciones del camino. Los autos del equipo son centros de comando rodantes, que contienen televisores, múltiples configuraciones de radio y tablets para seguir todo lo que está sucediendo en la carrera. El Corolla Trek también fue uno de los primeros autos del pelotón con motor híbrido.
Además de los autos, Trek-Segafredo también tiene dos camionetas Proace Verso a su disposición. Estos vehículos a menudo desempeñan un papel fundamental en el transporte de equipos y productos importantes desde el curso de servicio de Deinze, Bélgica, a lugares de toda Francia. A veces, el equipo puede necesitar una rueda nueva, un cuadro de contrarreloj o una pistola de masaje rápido. En esas situaciones, un vehículo confiable puede ser un salvavidas.
“Por lo general, es culpa nuestra porque nos olvidamos algo”, se ríe Shriver. “O estás en una carrera, y a veces revisás las cosas rápido. Tenés un gran accidente, y luego pum!, necesitamos mucho más material”.
Incluso con la planificación intensiva que se lleva a cabo en cada Tour de Francia, inevitablemente surgirán complicaciones que estropearán el complejo funcionamiento interno del equipo. En esas situaciones, tener socios con buena capacidad de respuesta puede marcar una gran diferencia en los días de carrera.
Cuando todo sale bien, un piloto del equipo celebrará el final de una etapa del Tour con los brazos en alto, y el público no se da cuenta de toda la coordinación de logística que se llevaron a cabo para llevarlo allí.
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