La piloto toledana y embajadora de Trek, de 24 años, tiene buenas sensaciones para esta temporada, en la que es la única chica compitiendo en Supersport 600 y MotoE, con una moto eléctrica. Tras operarse del síndrome compartimental en el brazo derecho, una afección muy común entre los motociclistas de élite, vuelve a la carga. Admiradora de Kilian Jornet y Laia Sanz, reconoce que es muy cabezona (“lo que quiero, lo consigo”, asegura). Y no hay nada que ansíe más que ganar.
¿Cuál dirías que es tu mayor virtud como deportista?
Soy muy disciplinada. Siempre he confiado en la disciplina y el trabajo, que es lo que me ha dado las armas para ganar y estar al mejor nivel. Soy muy competitiva y siempre quiero ganar, incluso si voy a los bolos (se ríe). Pero en mi vida diaria me lo tomo un poquito menos en serio, porque ya estoy muy centrada en mi carrera como piloto y necesito despejarme y dejar la presión aparte.
¿Cómo te despejas? ¿Dónde encuentras esta válvula de escape?
Desde bien pequeña que me gusta mucho pintar, tanto paisajes como retratos. Es una cosa muy diferente que la gente no conoce de mí y que he mostrado durante la cuarentena. Y es que aparte de piloto, soy una persona que necesita relajarse, algo que consigo pintando de forma totalmente autodidacta. Empecé a dibujar en el colegio y, como el profesor me decía que se me daba bien, seguí con ello. Al final eso me lo traje a mi yo de relajación antes de las carreras. Si me ponía nerviosa, empezaba a dibujar. Luego hice mi logotipo y mi número, el 6, que es a la edad en la que empecé a correr.
Haces mucho hincapié en superar las adversidades, en no desfallecer. ¿Cómo de importante es para ti la fortaleza mental?
¡Es muy importante! Trabajo con un psicólogo deportivo, ya que hay muchos momentos de altibajos, lesiones y el nivel está muy parejo. Por eso los pequeños detalles son los que te hacen estar arriba o abajo. Si eres fuerte mentalmente, puedes mantenerte mucho más regular, que es lo que premia el campeonato. Por eso para mí es fundamental la fuerza mental y estar acompañada por mi familia. Te tienes que rodear de gente que te apoye también en los momentos malos.
¿Cuáles han sido los escollos más importantes que has tenido que superar?
El más duro fue cuando estaba ganando en el Campeonato de España de Velocidad (CEV) contra Fabio Quartararo, que ahora está en MotoGP, e iba a saltar al Campeonato del Mundo. Por caerme en la última carrera no me hicieron contrato, a pesar de que me lo habían prometido. ¡Y quedé segunda del campeonato! Allí pensé: “nunca me valoran”. Vi que se frenaba a las mujeres y tenía que luchar con el hecho de que tenía poco material y me costaba conseguir un equipo bueno para poder ganar.
¿Has percibido un trato diferente por el hecho de ser chica?
He notado que no me veían tanto como piloto, sino como un gancho de marketing por el hecho de ser chica. Soy buena piloto y lo estoy demostrando, pero eso me ha frenado mucho. Si me dieran más, como este año creo que tengo, todavía conseguiría mejores resultados. Mi sueño profesional es ser campeona del mundo, y no me iré a la tumba sin serlo (se ríe). De lo que sea, ya sea de bici o de esquí, donde también he ganado. Pero actualmente de moto, por supuesto.
Hablabas de Quartararo, a quien ganaste. ¿Cómo te sientes viendo que está compitiendo en MotoGP y tú no tienes moto en el Mundial y debes competir en dos categorías a la vez?
Cuesta. He ganado a pilotos que están arriba como Fabio Quartararo, Álex Márquez y Álex Rins, y me siento impotente porque sé que tengo las armas y el talento para estar ahí, pero no me lo han dejado demostrar. ¿Qué es una MotoGP? Una moto más potente con la que tienes que dar vueltas para adaptarte. Así que por ser mujer no tengo desventaja. Y lo he demostrado porque he pilotado una 1000 y he ido rápido. Y ahora compito en MotoE con una moto de 270 kilos, 100 más que una MotoGP. ¡Es más fácil llevar una MotoGP que una MotoE! El tema está en la confianza que tengan en ti.
En tu página de Instagram (@mariaherrera_6), donde tienes 217.000 seguidores, citas una frase lapidaria de Kilian Jornet: “Correr o morir”. ¿Qué significa para ti?
Mi técnico del 2011 al 2014 me regaló su libro, que me marcó, porque Kilian ve superación en el sufrimiento. Para mí el “correr o morir” es que mi vida son las motos. Me gustaría finalizar mi vida montando en moto o haciendo deporte, porque soy una fanática del deporte. Durante la cuarentena hice directos solo para alentar a la gente a que se movieran y despejaran la cabeza, porque es muy importante para la fuerza mental. He visto a mucha gente con depresión y eso me da mucha pena.
Háblanos de tus entrenamientos y de cómo integras el ciclismo en ellos.
Actualmente he hecho hipertrofia para ganar un poco de masa muscular, ya que necesitaba más peso para MotoE. También hacemos mucho ejercicio de alta intensidad en muy poco tiempo para que en carrera las pulsaciones no se disparen tanto. Igualmente, entreno ciclismo tres veces por semana para definir un poco. Ahora estamos haciendo series, tanto de carretera con la Domane como de montaña con la Top Fuel, para pasar de 120 a 180 pulsaciones por minuto. Me gusta cuando me mandan un entrenamiento en bici, porque me despeja y disfruto con mis amigos en la grupeta. Me llaman la reina de los caballitos, porque siempre los estoy haciendo por la montaña, combinando equilibrio y concentración.
¿Tienes algún proyecto de futuro, más allá de seguir compitiendo?
Me gustaría crear una escuela de pilotos a lo grande enfocada a la competición. Con entrenamientos y servicio de fisioterapia y dietista. Quiero hacer pilotos, niñas y niños. Lo tengo muy claro.
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