La mayoría de los ciclistas de montaña encuentran una gran variedad de terrenos en los trillos. Por eso, aprender cómo usar adecuadamente todos los cambios puede ayudarte a enfrentar mejor los ascensos más grandes, hacer rodadas más largas y aprovechar al máximo cada sesión.

Entonces, ¿cómo saber si estás usando el cambio adecuado? ¿Y cómo saber en qué momento deberías pasar a uno más pesado o uno más liviano? Empecemos por lo básico.

La mayoría de las bicis de montaña traen dos mandos de cambio a cada lado del manubrio. El mando derecho controla el cambio trasero y el izquierdo controla el desviador delantero. Nota: Algunas bicis de montaña solo tienen un plato adelante y una variedad mayor de cambios atrás, lo que elimina la necesidad de contar con un mando o un desviador delanteros.

Cuando empujás estos mandos, pasás la cadena de un cambio a otro. Si hacés el cambio en el desviador delantero (mano izquierda), los cambios de marcha son más grandes, mientras que si utilizas el cambio trasero (mano derecha), los cambios son menores.

Mano derecha: Llevar el cambio trasero de un piñón a otro (ajustes menores)

El mando derecho controla tu cambio trasero, el cual cambia la cadena a lo largo de los piñones de tu cassette. En un cassette, los piñones de tamaño más pequeño en realidad son los cambios más pesados y más rápidos, y los piñones más grandes son los cambios más livianos y más lentos.

Si empujás el mando más pequeño, el cambio trasero lleva la cadena a un piñón más pequeño: es un cambio más pesado, pero más rápido. Si empujas el mando más grande, la cadena pasará a un piñón más grande: es un cambio más lento, pero más fácil.

Mano izquierda: Cambios del desviador delantero entre los diferentes platos (ajustes mayores)

Las transmisiones con un solo plato delantero son cada vez más comunes, por lo que es posible que tu bici de montaña no tenga un mando delantero (está bien si es así, podés saltear esta sección).

Si tu bici de montaña tiene un desviador delantero, vas a usar los mandos de la izquierda para pasar la cadena entre los platos que están unidos al juego de bielas. Si hacés los cambios con la mano izquierda, esos cambios serán más grandes y pueden serte muy útiles cuando necesitas hacer un ajuste importante de marcha rápidamente.

Los mandos de la mano izquierda tienen el efecto opuesto a los de la mano derecha. Por eso, presionar el mando más grande hará que la cadena suba a un plato más grande: un cambio más pesado. Los cambios más pesados requieren de más esfuerzo al pedalear, pero vas a avanzar más con cada pedaleo.

Empujar solo el mando más pequeño hará que la cadena baje a un plato más pequeño, es decir, a un cambio más ligero. Esto facilita el pedaleo, pero no te moverás tan lejos ni tan rápido.

Usá el plato más pequeño, o el cambio más ligero, cuando pedaleas colina arriba. Usa el plato más grande, o cambio más pesado, si deseas pedalear con fuerza para recorrer rápido una gran distancia.

Cómo evitar que se cruce la cadena

Si tenés desviador delantero, evitá estar en el cambio más pesado en un mando y el más liviano en el otro. Este efecto causa mucha tensión sobre la cadena y suele hacer que la cadena roce contra el desviador delantero. Esto hace un ruido molesto y además va a acortar la vida útil de tu transmisión.

Cómo encontrar el mejor cambio

No hay una receta que indique la combinación de cambios perfecta; todo depende de tus preferencias personales. No tengas miedo de jugar con los cambios para encontrar el ritmo de pedaleo, o «cadencia», que te resulte más cómodo y eficiente.

Tal como mencionamos antes, si hacés el cambio en el desviador delantero (mano izquierda), los cambios de marcha son más notorios, mientras que si utilizas el cambio trasero (mano derecha), los cambios son menores. Con la práctica, vas a descubrir que los cambios delanteros son de ayuda cuando hay grandes diferencias en la elevación y que los cambios traseros son buenos para hacer ajustes hasta que estés pedaleando con una fuerza que sea cómoda para vos. La próxima vez que estés en un trillo, intentá ver activamente lo que viene en el camino y anticipar cuándo hacer un cambio, para que puedas estar en el cambio adecuado cuando llegues a ese punto.

Solo acordate que, si se siente muy pesado en los pedales, probablemente necesitas usar un cambio más ligero. Si sentís que estás pedaleando mucho sin avanzar realmente, intentá pasar a un cambio más pesado.

Consejo profesional: ¡pedaleá suavemente mientras hacés cambios!

Hay que seguir pedaleando para poder hacer un cambio, pero los cambios funcionan mejor (y son más suaves) cuando pedaleás suavemente. Si tenés mucha presión sobre los pedales al pasar de cambio, este tiende a ser tosco y abrupto. Esto es especialmente importante en los ascensos, así que si ves que te acercas a una subida, pasá a un cambio más ligero antes de empezar a subir. Y si necesitás pasar a un cambio más ligero mientras vas subiendo, tratá de reducir la cantidad de presión que estás poniendo en tus pedales mientras lo hacés.

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