Davis Phinney es uno de los ciclistas de ruta más inspiradores de la época de oro del ciclismo de los Estados Unidos. El pionero estadounidense fue el jefe descarado y velocista estrella del icónico equipo de ciclismo profesional de 7-Eleven en la década de los 80 y principios de los 90, y es el ciclista con más victorias en la historia de los Estados Unidos, con más de 300 victorias en su haber.
Incluso logró algunas victorias de etapas del Tour de France, lanzando sus brazos al aire en señal de triunfo, con los dedos extendidos, después de cada conquista, el cual es su movimiento distintivo.
Y Davis no es el único en su familia con una pasión por la vida en dos ruedas. Su esposa, la legendaria Connie Carpenter-Phinney, es una ciclista altamente condecorada y la primera medallista de oro olímpica del ciclismo femenino. Su hijo Taylor recientemente se retiró como ciclista de ruta profesional y dos veces campeón mundial, y su hija Kelsey, una destacada esquiadora de cross country, también es una ciclista ávida.
Desde que se retiró del ciclismo profesional, Davis cambió el ciclismo en grupo por pasear con su esposa e hijos. Pero todavía sigue levantando sus brazos con frecuencia, ya que es la cara de la fundación Davis Phinney, una organización que informa y brinda apoyo a personas y familias que viven con la enfermedad de Parkinson.
Cuando hace una presentación, Davis pide a todos los asistentes que levanten sus brazos al aire y reconozcan que, en la batalla con el Parkinson, todas las victorias son dignas de celebrarse. A Davis le diagnosticaron la enfermedad de Parkinson en 1999, cuando apenas tenía 40 años de edad. Fue un golpe duro. Todos los músculos que antes le habían llevado al éxito, ahora estaban en guerra unos con otros.
Davis y su familia se enfrentaban a importantes cambios en su vida. Se vieron obligados a recalibrarse y reinventarse a sí mismos. Y así lo hicieron. “Aprendimos lo que significa una pérdida”, dice Davis. “Pero también aprendimos a celebrar las cosas buenas. La vida sigue. Y, si decidís verlas, aún hay muchas cosas lindas ahí afuera“.
En 2008, Davis se sometió a una cirugía de estimulación cerebral profunda para ayudar a mantener sus síntomas bajo control y permitirle seguir usando su bicicleta. Actualmente, Davis elige por pasear en una Domane+ LT, ya que le da el impulso que necesita para seguir pedaleando (y para mantener el ritmo de su familia de ciclistas superestrellas).
“Pasear me ha dado libertad durante toda mi vida”, dice Davis. “Ahora que vivo con la enfermedad de Parkinson, pasear en una bici eléctrica me permite volver a tener esa sensación de libertad total”.
Davis y Connie pueden ser encontrados paseando en las pistas de terracería cerca de Lefthand Canyon en Boulder, CO, en donde disfrutan de los paisajes y pasan su tiempo juntos. Es una ruta que han recorrido una y otra vez, y cada vez se pone mejor.
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