Si sos como nosotros, el ascenso tal vez no sea tu parte favorita de salir en bici. Está bien, ni siquiera está en tus 5 cosas favoritas. Pero para merecer el descenso, tenemos que esforzarnos un poco, y aunque domines los ascensos , es probable que todos podamos aprender un poco sobre cómo mejorar nuestra forma en el camino hacia la cima.
Mejorar cómo te sentís en los ascensos requiere un poco de trabajo, pero la recompensa bien vale la pena. Todo comienza con algunos ajustes en tu forma de subir, seguidos de recorrer muchos kilómetros para ganar fuerza. Cuando los dos se unan, te vas a encontrar volando hacia la cima más rápido, sintiéndote mejor y rodando con más energía para ir tras ese ascenso, una y otra vez.
Posición del cuerpo
Ajustar la posición de tu cuerpo en los ascensos no solo creará una base sólida y mejorará tus habilidades de manejo de la bicicleta, sino que también te va a ayudar a preservar la energía para los descensos a toda velocidad. Estar en buena forma te ayudará a aprovechar al máximo tu respiración, maximizar la potencia de los grupos musculares más grandes y mantenerte 10 puntos cuando llegues a la cima.
1. Alejá los hombros de las orejas y libera la tensión en el cuello.
2. Abrí el pecho para respirar mejor manteniendo los ojos en alto y mirando la pista que tenés adelante. Concentrate en juntar los omóplatos hacia el centro de la espalda.
3. Doblá tu cuerpo en la cadera en lugar de arquear y encorvar la espalda. Esto no solo aumenta la comodidad, sino que también mantiene el pecho abierto para aumentar la capacidad pulmonar.
4. Dejá que codos y muñecas se doblen naturalmente y hacé todo lo posible para no bloquearlos. Mantené las manos ligeramente relajadas sobre tus puños y tratá de no tener los nudillos blancos. Esto ayuda a que tu cuerpo se mueva de manera más eficiente con las variaciones de la pista.
5. Sentate en posición vertical en la bici en pistas y rutas más suaves, permitiendo que tu cuerpo use grupos de músculos más grandes como glúteos y cuádriceps mientras los músculos más pequeños descansan para el descenso.
Mantener el centro
Mantené tu peso centrado en la bici. Muy poca presión en tu parte delantera hará que tu rueda delantera se levante y se desvíe por la pista, muy poca en la parte trasera hará que tu rueda trasera gire en ascensos sueltos y empinados. Encontrá un equilibrio entre las dos y mantené la presión en ambas ruedas.
1. Para mantener el peso hacia adelante en una posición de rodar sentada, movete hacia adelante en tu asiento y doblá los codos, dejando caer el pecho más cerca de las barras.
2. Mantené la rueda trasera con peso cuando estés fuera del asiento moviendo las caderas hacia atrás mientras pedaleás.
3. Si tenés problemas para mantener el peso de la rueda delantera incluso después de hacer cambios en el asiento, intentá bajar la potencia o usar un poste de manubrio más largo. Ambos cambios moverán tu peso hacia adelante y hacia abajo hacia la parte delantera de tu bici.
Eficiencia de pedaleo
No tiene sentido desperdiciar tu potencia, así que tomate unos minutos para ajustar la posición del asiento y la altura del poste de asiento para aprovechar al máximo cada pedaleo.
1. Asegurate de que tu asiento esté en la posición correcta. Cuando estés sentado en tu bici con el poste ajustable completamente extendido (si estás usando uno), mové los pies para que los pedales estén nivelados. Cuando estén nivelados, la parte delantera de la rodilla debe estar alineada con el eje del pedal. Si tu rodilla cae frente al eje, mové el asiento ligeramente hacia atrás. Si tu rodilla cae detrás del eje, intentá ajustar el asiento hacia adelante. Si tenés problemas para encontrar la posición correcta, visitá tu tienda de bicicletas local para obtener un ajuste profesional.
2. Ajustá tu poste de asiento para asegurarte de que tus rodillas tengan una ligera flexión en la parte inferior de tu pedaleo cuando los pedales estén planos. Debés tener suficiente espacio para dejar caer los talones un poco cuando esté completamente extendido, y el pedal debe sentarse en el medio de tu zapato.
Ahora que tenés los conocimientos técnicos, es hora de salir y practicar tus habilidades. Mientras más pedalees, más mejorarás, así que andá a los trillos y empezá a pedalear. Vas a estar en camino hacia ascensos más suaves en poco tiempo.
¿Tenés otros consejos para ascensos que te funcionen? ¡Compartilos en la sección de comentarios a continuación!
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