Tenés tu bici. Tenés tu rodillo de ciclismo. Ahora es el momento de configurar tu cueva del dolor (truenos y relámpagos).

No te preocupes, el hecho de que se le llame una “cueva del dolor” no significa que tenga que ser incómodo. De hecho, vas a sacar mucho más provecho de tu espacio de ciclismo en interiores si realmente te gusta estar en él. La configuración es fácil, todo lo que necesitás son algunas decisiones bien pensadas y vas a poder pedalear durante el invierno sin nada en tu mente más que la dulce primavera que se aproxima.

1. Comencemos

Decidí dónde querés poner tu rodillo. Donde quiera que pienses pedalear, deberás dedicar un espacio de 2×2 metros para tu nueva configuración. Asegurate de que sea un lugar donde quieras pasar el tiempo, tal vez cerca de una ventana para que entre un poco de luz natural. Considerá agregar una alfombra de entrenamiento. Si bien esto es más un deseo que una necesidad, va a ayudar a cuidar tus pisos y amortiguar el ruido de tu entrenamiento.

2. Hacelo divertido

Después, pensá en cómo vas a hacer que el ciclismo en interiores sea más divertido. Si podés rodar frente a un televisor, ¡genial! De lo contrario, instalá un banco o una mesa pequeña para una computadora portátil para poner tu programa o película favorita mientras rodás. Este es un lugar ideal si tenés un rodillo inteligente y querés sumergirte en el entrenamiento de realidad virtual.

3. La ventilación es clave

Cuando hacés ciclismo en interiores, generás mucho más calor del que podrías esperar. Instalá un ventilador para refrescar el ambiente y agarrá una toalla o dos. Colocá una debajo de tu rodillo y otra al alcance.

4. Mantenter la hidratación

Todo ese sudor adicional significa que la hidratación y la nutrición son muy importantes. Para sesiones más largas en el rodillo, debés planificar con anticipación una combinación de barras, masticables con electrolitos y cualquier otro comestible de fácil digestión. Las tabletas de hidratación son una gran adición a cualquier entrenamiento. Mantené esto a tu alcance para acceder fácilmente mientras entrenás.

5. Pedaleá con seguridad

Finalmente, recordá tomar algunas precauciones de seguridad. Verificá dos o tres veces la estabilidad de tu bici antes de subir y empezar tu entrenamiento. También querrás tener a los niños pequeños y amigos peludos en una habitación separada. Los dedos y las colas pueden trancarse en los componentes giratorios, así que planificá en consecuencia.

Y así, ya está todo listo para rodar, ¿o deberíamos decir girar? Dejando a un lado la semántica, ¡esperamos que tengas un entrenamiento increíble!